sexta-feira, 16 de janeiro de 2015

La tercera parte de la fe

Algo de nosotros no se lleva, nos hemos dejado ir por innumerables proyectos/prospectos de ambición, vida, deseos, records y desorden de cabezas rodantes... somos esclavos de un sentimiento mayor que nos dirige ante la cercania de mostrar el desorden de nuestra cotidiana esencia...
 Y donde está la cercanía del arte a la artesania y de donde viene el arte pobre, llamado así porque desde Italia le dio vida Germano Celant, adoptando esta denominación para utilizar materiales humildes y pobres, generalmente no industriales (plantas, sacos de lona, grasas, cuerdas, tierra, troncos), de los que se valoraban los cambios a medida que se iban deteriorando, es decir, se transformaban. Mario Merz (1925) destaca entre los artistas italianos que han practicado este arte. Sus obras parten de una ley estructural muy elemental, la del matemático medieval Fibonacci, para quien el desarrollo derivaba no de la simple sucesión de números, sino de la progresión en la cual cada número resulta de la suma de los dos precedentes. Esta progresión matemática es la que publica Merz en cualquiera de sus trabajos, ya sean objetos, espacios, vegetales, etc. Como por ejemplo, la disposición de paquetes de periódicos en el suelo, con los números de Fibonacci realizados en neón; o grupo de frutas y verduras esparcidos por el suelo, que se van deteriorando como sucede con otros fenómenos naturales, o la realización de un iglú recubierto por una estructura de neón, donde aparece la serie de números Fibonacci, etc. Destacan asimismo: J. Kounellis, Luciano Fabro, Richard Serra; y entre los alemanes: Josep Beuys (1921-1985). El material preferido de éste último; era la grasa, con la cual realizaba enigmáticos objetos o recubría otros, en los que destacaba principalmente, el valor expresivo del propio material. En los años sesenta (1960), junto con otro artista alemán, Wolf Vostell, y los vieneses del grupo Fluxus; Beuys, llevó a cabo infinidad de Happenings en los que se hacía patente su marcado inconformismo.
   Y si te regalan distintas piezas para realizarlo?
No dejarías la perspicacia y tu mente libre para realizarlo?
 Llegan a tu casa, por traslado inminente de tu ser, encontrando en la fruteria de la esquina madera para colocar los objetos seleccionados, como signo de un tratamiento ante el acoso de poder obtener
algo nuevo antes de conectar con un objeto deseado por naturaleza?

  Si sobra es vida y si falta es circunstancia, lo que encuentras en la mayoría de los momentos.
  

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